BATUQUE: ITÁN SOBRE EL FUNDAMENTO DEL COBRO DE LOS SERVICIOS RELIGIOSOS

                         

POR QUÉ SE DEBEN CORAR LAS CONSULTAS Y SERVICIOS REALIZADOS POR EL SACERDOTE.

ILHE AGANDJU-EPANDA (Nacion Jeje Nago. Cacique de Umbanda. Jefa en  Kimbanda. Aprontamientos. Ebós, Rituales Religiosos.

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Este Itán, nos muestra un tema muy discutido en nuestra religión.. Si bien esta historia la muestra la línea tradicional de Ifá, debemos pensar que la religión Yorubá, dio muchas ramas en la diáspora y esta cuestión se debe tener en cuenta también dentro de la línea del Batuque.

Los sacerdotes son criticados por muchos hijos de religión por  el cobro del “Axe de faca”. Esta situación ha dado lugar a abusos de ambas partes. Los hijos pretenden que les regalen el axé y los sacerdotes en muchas ocasiones pretenden altas sumas por el cobro del axé de faca.

Esta duda planteada la despeja el siguiente Itán que nos ayuda a comprender que los trabajos religiosos no tienen por qué ser gratuitos y mucho menos cuando el otro se va a beneficiar con el servicio. He aquí un Itán que debe ser tenido en cuenta por todos los Sacerdotes, ya sean Babalorixás, Iyalorixás, Babalawos, Awos, etc. En este caso nos cuenta la historia de Un Awo dentro del Tradicionalismo,  pero esto es aplicable según Ifá,  a todos los sacerdotes africanistas. Para comenzar por entender el Itán debemos saber que significa la palabra Awo en lengua Yorubá.

Awo es el Sacerdote de Ifa, iniciado en el misterio del oráculo y quien interpreta los mensajes contenidos en los odu (versos de Ifá). Es tradición consultarlo para cualquier cuestión cotidiana o grave que atañe a la vida diaria de una persona.
El Awo a través del opele (la cadena sagrada de adivinación, que compuesto por ocho mitades de nueces del árbol que lleva el mismo nombre que el oráculo) se comunica con el poder místico y le trasmite al consultante lo necesario  para modificar situaciones desfavorables en su vida.

El Awo puede ser consultado para todo tipo de sucesos en vida de una persona o de la comunidad, No es necesario ser discípulo de Ifa para realizar la consulta, pues toda persona que lo desee,  puede hacerlo.
El Itán nos cuenta entonces que  Iwori Oyeku decide partir hacia el àiyé (la tierra). Sabemos que la Cosmogonía Yoruba nos habla que hemos de elegir nuestra vida en el cielo para realizarla con alegría en la tierra.

Dentro de los rituales realizados en el Orún para poder llegar a la tierra Iworí Oyekú, consultó a Ifa, quien le aconsejó que para prevenir sus propias conductas irresponsables en la tierra y aplacar su temperamento orgulloso y creído, sirviera a su Exu un ebo completo. Iwori Oyeku realizo la "ofrenda" y al llegar a la tierra se convirtió en un sacerdote altamente adelantado.
Gracias a los consejos y energía que el Awo Iwori Oyeku otorgaba, sin cobrar ni un centavo, todo el que lo consultaba, lograba soluciones y prosperidad. Pero mientras otros se enriquecían y prosperaban, él se empobrecía cada vez más, al punto de no tener a veces un trozo de pan para llevar a su boca.
Una noche, acongojado por su falta de suerte, se acostó pensando porque no podía progresar, si realmente trabajaba incansablemente, donando su tiempo y esfuerzo a todo el que lo reclamara.

Cuando se durmió, en su sueño apareció Ifa a quien  Iwori Oyeku, muy desconsolado le solicitó a Ifa que le manifestara el  por qué de su falta de suerte y que era lo que estaba haciendo mal, puesto que aunque trabajaba,  perseverantemente no podía cubrir sus necesidades más básicas.

Le preguntó también, si efectivamente estaría comportándose con el compromiso correspondiente en la tierra tal como fue pedido en el cielo. Ifa, escucho y simplemente le aconsejó que pidiera otro Awo para que viviera a su lado y fuera su asistente.

Buscó un Awo tal y como aconsejó Ifá y ése recién llegado, inició su labor junto a él como su colaborador.  Pero además,  le dijo que nadie podía tener una visión clara de sus propios problemas, y siempre necesitaría  el consejo u orientación de otro, por lo tanto, si me permites consultaré al oráculo para ti, le dijo a Iwori Oyekú.. El Awo asistente le sugirió a Iwori Oyeku que debería cobrar sus consultas, pues ese era su trabajo personal con el que se ganaba el sustento diario.
Pasó el tiempo, y con la ayuda del Awo, comenzó a sentirse el progreso en la casa de Iwori Oyeku, quien a partir de ese momento no concluyó de cantar alabanzas a sus Awos celestiales y terrenales quienes  le enseñaron cómo manejarse provechosamente como sacerdote de Ifa.