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Osuanlele Okizi Erupê, que en Brasil adoptó
el nombre Custódio Joaquim de Almeida, fue un líder tribal africano,
afincado en Brasil, donde ejerció como como curandero y
líder religioso.
Fue una figura discutida, misteriosa y
controvertida. Falleció en Porto Alegre, el 28 de mayo de 1935, a los 104 años
de edad. Su certificado de defunción está en el Cementerio de la Santa Casa de
la Misericordia. Y esta cuestión es otro intríngulis que se filtra sobre la existencia
de este personaje, así como el lugar de su sepultura: ¿Por qué se encuentra la
misma en el espacio reservado para los más pobres de la ciudad ya que representaba
a un noble y rico religioso? Otro misterio sobre la apariencia del Príncipe,
está en relación con su cadáver. No hay pruebas que se quemó por falta de desembolso.
De allí que se cree que sus restos se utilizaron para un acuerdo ritual
religioso de su espíritu (Egun) conocido como "culto a los
antepasados". Estos interrogantes aún hoy continúan sin contestación.
Los diarios más importantes de la época registraron
su muerte, considerándolo un excéntrico, insistiendo en su origen noble. El
Correio do Povo (1895), La Federación (1884-1937) y el Daily News (1925-1979)
le dieron mucha importancia a la muerte del "Príncipe Negro de
Ouidah." A pesar de las escasas fuentes documentales, su imagen era muy
importante en la colectividad gaucha del principio del siglo XX.
Custódio Joaquim de
Almeida habría arribado al sur de Brasil, aproximadamente en 1864, oriundo de
África occidental. Transitó por países Europeos y se cree que pudo haber estado
en Buenos Aires o Montevideo, dada la ligazón de ambas ciudades con los británicos.
Se fue su patria que lo
vió nacer debido a inconvenientes por altercados específicos debido a la
conquista inglesa de las tierras de la comarca a la él pertenecía. A
cambio de su destierro, la corona inglesa le proveyó un suculento cánon mensual.
Cuando por fin Custodio
llegó a Rio Grande do Sul, vivió inicialmente en la ciudad de Río Grande, inmediatamente
cambió su domicilio a la ciudad de Bagé. Una vez allí creó sedes de
religión africana, y se hizo muy popular por el trato de dificultades de salud
más diversas con hierbas. En la ciudad, conoció a Júlio de Castilhos, a quien comenzó a tratar de una enfermedad que
lo aquejaba.
Poseía un pabellón en la
parte trasera de su mansión, en el que Custódio mantuvo un terreno, que luego
sirvió como cochera para el auto que había adquirido. También tenía una segunda casa de veraneo en la costa de Rio Grande do Sul, ubicada en
el ayuntamiento de Cidreira. Allí pasaba parte del verano y llevando a
sus caballos a entrenar junto al mar. Esto expone el poderío economico de
Custódio, ya que nada tenía que envidiarle a la élite local.
La vida en Porto Alegre
Al mudarse a Porto
Alegre, Custódio adquirió una casa cerca de la región de Ilhota, actualmente
Cidade Baixa. Esta información está documentada, entre los registros, su
certificado de defunción. La zona donde comenzó a vivir estaba ubicada en
una región que fue uno de los baluartes de resistencia del pueblo afrobrasileño
en la ciudad desde el período de la esclavitud.
Según Costa Silva, se realizaban
en su residencia, principalmente en su cumpleaños, festividades y grandes
banquetes, con galas que podrían durar hasta tres días. Se consumían finos
alimentos, licores y vinos importados,
con la intervención de individuos de disímiles fracciones sociales, sobre todo
con la participación de políticos de la zona, entre ellos, el entonces
gobernador del estado Borges de Medeiros.
En su residencia, Custódio realizó servicios y ceremonias de culto a los Orixás, común entre
los fieles de rituales africanos. Debido a la persecución que sufrieron
los seguidores, las ceremonias se realizaban principalmente en los hogares de
los guías religiosos, y no en lugares públicos. Así, la casa de Custodio se convirtió en un sitio sacro, destinado no
solo a las habitaciones de los babalorixá, sino también como un lugar para
proteger y perpetuar el axé, un hecho común hasta hoy. Allí encontramos el
recinto donde se guarda el orixá, asentado, para nosotros los Batuqueros es
donde consideramos que el orixá está vivo y eso interfiere con la organización
del resto de la tierra.
Pai Custódio y el
desarrollo de Batuque en Porto Alegre
Durante el período de
esclavitud en Brasil, ingresaron africanos de diferentes pueblos y culturas,
cuyo patrimonio cultural pasó por el proceso de sincretismo, principalmente en
la esfera religiosa. En este proceso, los elementos religiosos originados
en África se mezclaron con elementos del espiritismo católico, indígena y
posterior kardecianista, apareciendo así en suelo brasileño, una religiosidad
de su propia matriz africana.
Los esclavos no tenían libertad,
su cultura, en Brasil fue re articulada según el nuevo contexto. En Rio
Grande do Sul, se desplegó lo que se conoció como Batuque o Nação, un vocablo místico
que se acerca más a los elementos de la religiosidad puramente africana, concentrando
sus ceremonias solo en el culto al orixás.
Los primeros templos emergieron
en Río Grande y Pelotas. En Porto Alegre, los diarios de la época publican
noticias sobre Batuque en la segunda
mitad del siglo XIX. Esto ocurrió con el éxodo de esclavos cautivos y
libertos del sur del estado. El término batuque se dio a los bailes
acompañados por el ritmo de los tambores, realizados por ellos.
El Batuque se centraliza
en la conmemoración de los doce orixáso: Bará, Ogum, Oiá, Xangô, Oba, Odé / Otim, Ossanha, Xapanã,
Oxum, Iemanjá y Oxalá. Cada uno tiene características determinadas, de
elementos de la naturaleza, emblemas, comidas y animales que se ofrendan mediante
sacrificios concretos para cada Orixá.
En Batuque existen los
llamados "lados" o "naciones", conexos con antiguas
regiones o reinos africanos. Históricamente están fragmentados en línea de Oyó, los primeros
del estado, actualmente tienen pocos adeptos. Jeje Custódio fue su gran
exponente; Ijexá, Cabinda y Nagô.
En la etapa ulterior a la abolición Custódio ganó fama
atento a su liderazgo en la religiosidad africana. Atendía a personas de todos
los fragmentos sociales, con fama en la élite local y a su vez se daba tiempo
para ayudar a los pobres, de origen africano.
Custodio como sacerdote
africanista era el encargado de la comprensión y las costumbres de los cultos
africanos, su palabra era respetada, independientemente de los estratos
sociales a los que pertenecían.
Llamado por muchos como
"Pai Custódio", dió ayuda economica y refugio para africanos y
afrodescendientes que vivían en la pobreza o que tenían algun problema.
A través del Príncipe
Custódio, estos individuos hallaron la forma de afianzar su identidad
sociocultural, eternizando la cultura y la religiosidad afroamericana.
La casa de religión era
el terreno transcendental donde sus seguidores hallaban la forma para solucionar
los inconvenientes más disímiles que tenían, y el enlace con Custodio era el
modo de lograr la asistencia necesaria frente a las adversidades que sobrellevaron.
Se le conoce por trabajo realizado como sacerdote del batuque. Su
imagen está asociada con distintos asentamientos en disímiles territorios. El
asentamiento más notorio sería la famosa sede del Bará do Mercado, sin embargo,
este hecho es controvertido, pues la edificación de dicho Mercado fue muchos
años antes del arribo del Príncipe Custodio a Brasil, todavía en esclavitud, y
el asentamiento de Bará habría sido hecho por las personas esclavizadas que
construyeron el Mercado Público. Príncipe Custódio habría hecho seis
asentamientos en diferentes lugares de Porto Alegre. Entre ellos, habría
un asentamiento en el Palacio Piratini, sede del gobierno local, para la
protección de Borges de Medeiros, quien mantuvo buenas relaciones con Custodio. Sin
embargo, no hay aceptación entre los Batuqueros sobre la ubicación de estos
asentamientos.
Hay hipótesis que solo
se conocen cuatro de ellas. Los asentamientos deben estar protegidos por
el secreto, por lo que no todos han sido revelados hasta la fecha.
Uno de los asentamientos
puede estar en la antigua calle Praia Rua (ahora Rua dos Andradas), donde se
encuentra hoy el edificio del Tercer Ejército. Otro también estaría cerca
de la Iglesia Nossa Senhora das Dores, que está cerca de la antigua horca.
Príncipe Custodio a lo
largo del tiempo
Custódio formó parte de
la sociedad de Porto Alegre posteriormente a la abolición de la esclavitud, él
no era esclavo, cuando partió a Brasil y llegó como hombre libre. Cuando que se
trasladó a Porto Alegre, la esclavitud ya había sido abolida, y dadas sus condiciones
financieras, ganó cierto relieve en el centro social de la ciudad, relacionándose
con miembros de la élite política y económica local. Poseía caballos de carreras , y fue un excelente
entrenador y dueño de hermosos ejemplares.
Custódio obtuvo respeto
y reconocimiento debido a su trabajo religioso, pero también por su pericia
como comerciante, según Silva, habría tenido un puesto en el mercado municipal
de la ciudad.
El presente texto ha
sido elaborado a través de la siguiente bibliografía:
1. Alberto da
Costa e Silva, un jefe africano en Porto Alegre , en "Un
río llamado el Atlántico". Río de Janeiro: Nova Fronteira; UFRJ, 2003
2. ^ ORO, Pedro Ari (2008). Religiones afrobrasileñas en Rio Grande do
Sul. En: debates Porto Alegre: [sn] pp. Año 09.
n. 13) p. 09-23.
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reproducción total o parcial sin publicar la fuente del presente texto.
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