ILHE AGANDJU-EPANDA
(Nacion Jeje Nago. Cacique de Umbanda. Jefa en Kimbanda. Aprontamientos. Ebós, Rituales Religiosos.
(Nacion Jeje Nago. Cacique de Umbanda. Jefa en Kimbanda. Aprontamientos. Ebós, Rituales Religiosos.
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Del mismo gran maestro Pierre Verger quien nos
saca de la ignorancia en este tema, con su investigación y valor, cuyo legado
será eterno.Si una mujer, del país yoruba da a la luz una serie de niños que
nacen muertos o que mueren a corta edad, reza la tradición que no es la venida
al mundo de varios diversos niños, sino de diferentes apariciones del mismo ser
(para ellos malefico), llamados àbíkú (el que nace para morir) quien se cree
que va a venir al mundo por un breve momento para volverse al país de los
difuntos, órun (el cielo), varias veces.Pasa así su tiempo, yendo y viniendo
del cielo hacia el mundo sin permanecer aquí por mucho tiempo, para el gran desespero
de sus padres, deseosos tener niños vivos.Esta creencia se encuentra en los
akan - odduns, donde una madre llamada awomawu (él cargador de niños en el
mundo para la muerte). El ibo llama el ogbanje del abikú, el Hauças del danwabi
y del fanti, kossamah.Encontramos la información con respecto a abikú en ocho
itans-odduns (historias) del ifá, sistema de adivinación yorubá, clasificado en
el odu 256 (señales del ifá).Estas historias demuestran que el órun del abikú
forma una sociedad en el egbá (cielo), presidido por Iyàjansà
(madre-si-palpita-y-se va) para los varones y el Olókó (jefe de la reunión)
para las niñas, pero es Aláwaiyé (rey de Awaiyé) quien es llevado al mundo por
primera vez en su ciudad de Awayié. Allí es donde está el bosque sagrado del abikú,
donde los padres del abikú van a llevar ofrendas de modo que estén en el
mundo.Cuando vienen del cielo para la tierra, el abikú pasa los límites del
cielo delante del protector de la puerta, órun del oníbodé, sus compañeros
abikus van con él hasta este lugar en donde se dicen hasta pronto. Los que
parten declaran el tiempo que van a estar en el mundo y qué harán.Le prometen a
sus amigos que no estarán mucho tiempo ausentes, éstos niños a pesar de todos
los esfuerzos de sus padres, volverán, para encontrar a sus amigos en el cielo
. Los Abikú pueden estar en el mundo por períodos más o menos largos.Una abikú
femenina llamada “A-morte-os-puniu”(muerte-que-castiga) declara delante de órun
del oníbodé que nada que sus padres hagan será capaz de retenerla en el mundo,
ni regalos, ni dinero, ni ropas, ni las ropas que les ofrezca, ni todos las
cosas que quieran hacer por ella, atraeran sus miradas ni le satisfarán.Un
abikú varón, llamado ilere, dice que rechazará el alimento y todas las cosas
que desean darle en el mundo. Aceptará todo esto en el cielo.Cuando Aláwaiyé
llevó doscientos ochenta Abikú al mundo por primera vez, cada uno de ellos
había declarado, al pasar la barrera del cielo, el tiempo que iría a estar en
el mundo:· Uno de ellos propuso volver al cielo el día que viera a su madre.·
Otro, iría a esperar hasta el día que sus padres decidieran casarse.· Otro, que
volvería al cielo, cuando sus padres concibieran a nuevo hijo.· Otro, que
regresaría, el día que comenzara a caminar.· Otros prometen a iyàjanjasà, quien
dirige su sociedad en el cielo, respectivamente, regresar en siete días, o
cuando comience a caminar, o cuando comiencen a arrastrarte por el suelo, o
cuando comiencen a tener dientes o a estar en pie.Nuestras historias del ifá
nos dicen que ciertas ofrendas hechas con conocimiento de la causa son capaces
retener en el mundo este àbíkú y de hacerles olvidarse de sus promesas de ir de
vuelta, rompiendo así el ciclo de sus constantes idas y vueltas entre la tierra
y el cielo, porque, una vez el tiempo marcado para volver haya pasado, sus
compañeros se arriesgan a perder poder sobre ellos.Es así que en estas cuatro
historias que encontramos, las ofrendas que componen de un tronco del árbol de
plátano y de otras cosas. Uno solamente de los casos dichos, el tercero,
explica la razón de estas ofrendas:Un cazador que estaba en el momento de la
travesía de unos àbíkú, escuchó cuáles eran las promesas hechas por 3 àbíkú que
marcarían su tiempo de regresar al cielo.· Uno de ellos promete regresar de la
tierra cuando el fuego que su madre use para preparar sus papillas, se acabe
por falta de combustible.· Otro prometió que regresaría cuando el paño que su
madre use para cargarlo se le rompa.· El tercero dijo esperar para morir el día
donde sus padres le digan que han decidido vivir juntos.El cazador va a visitar
a las tres madres en el momento donde están dando a la luz sus niños àbíkú y
las aconseja así:· A la primera, que no permita que se queme enteramente la
leña debajo de la olla donde cocina las papillas para su hijo;· A la segunda,
que no permita que se le rasgue el paño que use para cargar a su hijo, que use
un paño de diversa calidad, bueno.· A la tercera le recomienda no especificar
ni anunciar cuando será el día donde su hijo tendrá que ir a vivir para la casa
de su marido.Las tres madres van entonces a consultar la suerte con ifá, y les
recomienda a ellas que hagan ebbo, respectivamente con ofrendas de un tronco
del árbol de plátano, piel de una cabra y de un gallo, obstaculizando así la
manera que los 3 Abíkú habían marcado el tiempo de volver al cielo.Porque, si
la primera instala un tronco del árbol de plátano en el fuego, destinado para
cocinar al papilla de su hijo, antes que él se apague, el tronco del árbol de
plátano, lleno de una savia esponjosa, no podrá quemarse del todo, y el abikú,
viendo que no encuentra la leña consumida por el fuego, dice que el momento de
su salida todavía no ha llegado.La piel de la cabra se ofreció para que le
sirviera a la segunda madre de paño fuerte que al usarlo para tomar a su hijo,
nunca se rompa y así al abikú del niño no encontrar que este paño se rasgó no
va a poder guardar su promesa.No se sabe exactamente el ofrecimiento del gallo,
pero la historia cuenta que cuando llegó la hora de decir al hijo que tendría
que ir a vivir a casa de su marido, los padres no le dijeron nada al niño y
bruscamente le enviaron.Estos 3 abikú no pudieron mantener la promesa que
habían hecho, porque no se habían sucedido las circunstancias que debían
anunciar su salida de la tierra tal como lo habían declarado delante del órun
del oníbodé. El abikú de estos tres niños no va a morir más. Habían seguido
entonces otro camino.Comentamos esta historia con algunos detalles porque ella
ilustra el mecanismo de ofrendas y de su función bien. No es su lado anecdótico
(de la leyenda) el que interesa aquí, sino la tentativa de la demostración de
los yorubás que la suerte (destinación) se puede modificar, en cierta medida,
cuando se saben ciertos secretos.Entre las ofrendas que las llevan a cabo aquí
en la tierra, aparecen, en el primer plano las plantas litúrgicas. Cinco de
ellas se citan en estas historias:· Abíríkolo (el lachnophera crotalaria, los
papilolionacaae).· Agídímagbayin (no identificado).· Ídí (ivorensis,
combretacae del terminalia).· Àgborin de Ijá (no identificado).· Crisálidas de
Lara (ricinus communis - rojo del mamona).Todavía más dos plantas se utilizan
con frecuencia para sostener al abikú y eso no aparecen en estas historias:·
Olobutoje (curcas, euphorbiaceae del jatropha).· Eméré de Òpá ( americano, los
sterculiaceae del waltheria).Se ofrecen estas hojas que constituye una especie
del mensaje, seguida por encantamientos. En el país yorubá, los padres para
proteger su abikú de los niños e intentar retenerlos en el mundo pueden dedicar
ciertas prácticas, por ejemplo, hacen incisiones pequeñas en las juntas del
niño y se frota atin allí (se hace polvo negro con ossum, las habas litúrgicas
y las hojas en este extremo); tambien hacen para atar a la cintura del ondè del
niño un talismán hecho de este polvo exactamente negro, contenido en una
bolsita de cuero. La acción protectora buscada en las hierbas expresada con
fórmulas de encantamiento, se introduce en el cuerpo del niño por las
incisiones y fricción, así la parte del polvo negro, contenida en la bolsita de
ondé, representa un mensaje no verbal, una especie del material y la ayuda
permanente del mensaje dirigido para los elementos protectores contra los
elementos hostiles, siendo esta forma de expresión menos efímera de la de la
palabra.En otra historia, se hace alusion a los xaorôs, anillos proporcionados
con guizos, usados en los tobillos de los niños abikú, para que a su movimiento
ausenten los amigos que intentan venir a buscarlos en el mundo y recordarles
sus promesas a ellos.De hecho sus amigos no aceptan así tan fácilmente la
carencia de la palabra del abikú, refrenada en el mundo por las ofrendas, los
encantamentos y los talismanes preparados por los padres, de acuerdo con el
consejo de los babalawos.Ni siempre estas precauciones y ofrendas son
suficientes para sostener a los niños abikú en la tierra. Iyàjanjasà es muchas
veces más fuerte. Ella no deja que funcione lo que las personas hacen para
retener los niños.Contra abikú no hay remedios. Yiájanjàsá los atraerá a la fuerza
para el cielo. Los cuerpos del abikú que mueren así, a la fuerza, se mutilan
con frecuencia. De modo que, dicen, pierdan sus atractivos y sus amigos en el
cielo no desean jugar con ellos, sobre todo para que este espíritu abikú
maltratado de esta manera, no desee más venir al mundo.Este abikú del niño
recibe en su nacimiento, nombres particulares. Algunos de estos nombres
provienen de saludos tradicionales.Pueden ser clasificados:Nombres que
establecen su condición del abikú;Nombres que les aconsejan a ellos que
permanezcan en el mundo y les indican que las condiciones para que el abikú
regrese no sean favorables.Nombres con promesas de buen trato en caso que se
queden en el mundo.Con frecuencia se encuentran en el país yorubá, estos
nombres en adultos o los velhinhos que gocen de buena salud, muestra de que
muchos abikú están con favor en el mundo, quizás a causa de las almas piadosas,
o de todas esas precauciones, hacer caso a Orunmila y a la intervención de los
Babalawos.ALGUNOS NOMBRES DADOS AL ABIKÚ:· Aiyédùn - la vida es caramelo.·
Aiyélagbe - estamos en el mundo.· Akúji - cuál es difunto, se despierta.·
Bánjókó - uno se sienta abajo con mí.· Dúrójaiyé - debe gozar de la vida.·
Dúróoríìke - sea, usted que usted será mimada.· Èbèlokú - él peticiones de modo
que sea.· Ilètán - la tierra acabada (no tiene más tierra para la encaja).·
Kòjékú - no consiente en morir.· Kòkúmó - no muere más.· Kúmápáyìí - la muerte
no toma este daqui.· Omotúndé - el niño se volvió.· Tìjúikú - avergonzado de la
muerte (la muerte no se va para matarle)Estos itens completos se describen en
una edición del compartimiento de Afro-Asia, en 14 - 1983, bajo título. * La
SOCIEDAD EGBÉ ÒRUN del ÀBÍKÚ, Los NIÑOS NACEN PARA MORIR VARIAS VECES *Las
ceremonias para el abikú pequeño parecen ser poco frecuentes entre los yorubás,
la única que atendió Pierre Verger, las ceremonias fueron hechas por el
tanyinnon encargado del culto a los dioses protectores de una familia
tradicional del barrio de Houéta.En un canto de la parte principal, ocho estatuas
de madera con 20 centímetros de altura y fueron colocadas sobre un asiento de
barro. Todos los vestidos con telas igualeas, demostrando por la uniformidad de
sus ropas, pertenecer a una misma sociedad (egbé). Seises de estos estatuas
representa ábíkús y los otros dos, los ibeji.Las ofrendas consistidas en:oká
(carpeta del inhame).Obèlá (especie del caruru).Èkuru (usado fuera de habas y
del guisado en leves).Dindi de Eran, dindin del eja (carne y fritos de los
pescados).Después de las plegarias del tanyionnon y de ofrecer parte de este
alimento a las estatuas, el resto fue distribuidos a la concurrencia.Una
sacerdotisa de Obatalá atendió la ceremonia, representando el enlace que existe
entre el orixá de la creación, la gente de los cuerpos mal formados, corcundas,
descargados, albinos y aquellos cuyo nacimiento fue anormal (àbíkú e
ibeji).ABIKÚ - CONSIDERACIONES DEL AUTOR EN LOS TIEMPOS DE HOY.La herencia de
los antiguos por sus creencias, historias y ritos de su práctica religiosa y
cultural, si adaptan y si se aplican en cualquier tiempo, con su sabiduría, con
mucha propiedad.En su tiempo, no se tienen referencias del aborto, sino en
contraste, el esfuerzo por mantener la vida, inclusive en cantidad. Para la
práctica adivinatoria por medio del juego de Búzios, identificamos hoy en día
muchos de estos abikús, que percibimos en un segundo grado, muchos que son
"creados", comienzan a existir por ingerencia del ser humano por
medio del aborto, es algo simple de entender y ver por óptica y lógica
astral/espiritual que no podemos simplemente borrar de nuestra mente e
inteligencia, o en el peor de las hipótesis, no podemos ingnorarla.En instante
donde está fecundado el óvulo al lado del espermatozoo, esta sustancia
existente nueva se le proporciona ya alma y el aspíritu, que los cristianos
llaman el "ángel del protector" y los yorubanos del "orixá"
(Orixa de cabecera), este fenómeno consiste en la teología Yorubana, en la
leyenda de Ajálá, que será comentada.Cuando la ejecución del aborto,
propiamente dicho, el ser humano supuestamente ejerce su derecho de eliminar
eso que es; más solamente elimina la parte material, el cuerpo, que él creó con
el acto sexual de la procreación, el matar de la forma definitiva el embrión,
el feto. Pero, ¿esta materia ya está provista de alma y espíritu. Adónde se
van? Ya que no fue creado, su alma y su espíritu que se hacen? Para dónde se
van? Este análisis no se hace generalmente y es de elevada consideración,
tendrá consecuencias? Claro, seriesísimas, que describimos aquí con mucha
certeza, basado en las constancias más diversas a través de los consultores,
por más de dos décadas, los síntomas del post-aborto, la presencia de esa
"figura" que aparece de una forma genética, derivada y oriunda de
generaciones pasadas, o que son provocadas a volver en la misma generación, y
de las que se volverán en nuestros descendientes, y de la forma más inesperada
posible.La gran mayoría de los seres que se tienen con deformidades,
enfermedades serias, muertes prematuras, tienen grandes posibilidades ser
abikús fabricado por el hombre. Hoy en día, cuando un nuevo niño muere, tiene
mucha posibilidad de ser un abikú que se está volviendo al "cielo",
así como persiste la probabilidad a volverse en un hijo siguiente, aún en la
misma generación o la siguiente; cuando un niño es muy enfermo y corre riesgo
de la vida, debe investigarse en la familia si la madre ha tenido caso de
aborto o muerte prematura, es muy posible.Las reacciones (más de la madre que
del padre, en caso del aborto, porque muchas veces el padre no tiene
conocimiento o no participa de la decisión) en su vida y en su día a día son
sintomáticas: en desequilibrio generalizado, en la vida personal, el trabajo,
la casa, en los estudios, nada da seguro, nada va bien, se apena, depresión,
pesimismo, carencia del animo, aparentemente todo tendría que estar bien, pero
las cosas "no van". Es la influencia de "aquel ser", eso
que contrario a las leyes de la naturaleza, fue eliminado
"físicamente", lo cual es un hecho grave para el otro plano, próximo,
de los padres, afectando sus vidas con estos síntomas.Así mismo y por cuestión
de justicia no podrá un abikú que "fue generado" por una familia,
aparecer en otra, que nada tiene que considerar con el acto irresponsable de
otros, y percibe que un niño que nace deforme de una cierta forma, o con una
enfermedad seria de peligro de muerte, donde quienes realmente sufren la
plenitud por ellos, son sus padres (porque el dolor interno es mayor que el
dolor físico, y si el niño ya nace de esa forma, él no conocerá lo que es ser
saludable, no percibe y no se imagina como se debe sentir alguien normal, por
lo tanto su dolor o problemas, para sí mismo es normal).Esta situación puede y
debe ser tratada no sólo en el campo espiritual, los antiguos nos han dejado
instrumentos dentro de la religión yorubá, para hacerlo con ebós y ofrendas
específicas, de los cuales se valen con el mismo principio que se aplicó en los
países yorubanos, "para engañar" abikús; Mucho si se puede mejorar y
modificar, evidentemente que habrá algunos casos donde el nacimiento es
irreversible, pero si puedo ser detectado por el babalorixá o la yialorixá
competente, donde son avisados que la madre podría traer un hijo abikú, por
medio de ebbos y ofrendas se puede evitar que el niño venga deforme o con algún
problema serio, que en la realidad, nada más son un "regreso bajo forma de
castigo" de nuestros actos o de las generaciones pasadas, de un proceso
que nunca fue tratado o interrumpido.De esta forma una vez que el aborto es una
situación que trasciende a la mediación de las personas, es algo ligado
directamente a la naturaleza, y por lo tanto a su creador, se modifica o se
escapa de la ley de los hombres, pero no de la divino. Esto es un hecho porque
ninguna religión de la tierra permite el aborto. La mujer niño Abikú. Para que ella y el bebe se
salven, deben hacer ebbó con hierbas y darle de comer a Oshun. Igual se alerta a las madres
mucho cuidado con los niños pequeños a respecto de enfermedades repentinas o
problemas de salud continuos. Según se cuiden vivirán. Aquí se recomienda el uso de cascabeles para espantar a la
entidad espiritual. Oshun Yumú tenia una hija llamada Keley que
logró librarse de Abikú, gracias a las ofrendas realizadas a la dueña del rio. Lleva
ofrendas al rio. Se hace ebbó con un agborán (muñequito de madera cargado por el
Babalawo). Señala que una mujer embarazada puede tener
problemas por causa de los espíritus Abikú. A ella se le da un Eshu para que
cuide su gestación. Para contrarrestarlo,
se prepara un polvo con hierbas y otros ingredientes al pie de Oshun.
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